Mi padre me dejó en herencia el mejor bien que se pueda imaginar: el buen humor. Y, ?quién era mi padre? Claro que nada tiene esto que ver con el humor. Era vivaracho y corpulento, gordo y rechoncho
Hace de esto más de cien a?os.Detrás del bosque, a orillas de un gran lago, se levantaba un viejo palacio, rodeado por un profundo foso en el que crecían ca?averales, juncales y carrizos. Junto al
A la caída de la tarde, cuando se pone el sol, y las nubes brillan como si fuesen de oro por entre las chimeneas, en las estrechas calles de la gran ciudad solía oírse un sonido singular, como el t
Varios lagartos gordos corrían con pie ligero por las grietas de un viejo árbol; se entendían perfectamente, pues hablaban todos la lengua lagarte?a.-?Qué ruido y alboroto en el cerro de los ellos
-Ahora hay que sahumar todo esto con orines de caballo y cerdas de puerco; entonces yo habré cumplido con mi tarea -dijo la vieja se?orita.-?Dulce padre mío! -dijo la hija menor, que era muy zalamer
-?Es una mujer peligrosa! -dijo el viejo duende; pero los dos hijos salieron del cerro, pues se aburrían.-?Qué sabe hacer la hija siguiente? -preguntó el viejo.-He aprendido a querer a los noruegos
Alrededor del jardín había un seto de avellanos, y al otro lado del seto se extendían los campos y praderas donde pastaban las ovejas y las vacas. Pero en el centro del jardín crecía un rosal tod
1. - Cómo empezó la cosaEn una casa de Copenhague, en la calle del Este, no lejos del Nuevo Mercado Real, se celebraba una gran reunión, a la que asistían muchos invitados. No hay más remedio que
En casa del rico comerciante se celebraba una gran reunión de ni?os: ni?os de casas ricas y familias distinguidas. El comerciante era un hombre opulento y además instruido; a su debido tiempo había
érase una vez un chelín. Cuando salió de la ceca, pegó un salto y gritó, con su sonido metálico ??Hurra! ?Me voy a correr mundo!?. Y, efectivamente, éste era su destino.El ni?o lo sujetaba con