哈姆雷特 第三幕之第三场
分类: 西班牙语
时间: 2023-02-01 02:21:24
作者: 全国等级考试资料网
哈姆雷特 第三幕之第三场
III.iii Entran el REY, ROSENCRANTZ y GUILDENSTERN.
?
REY
No me gusta su actitud, ni conviene
a mi seguridad dejar tan libre su locura.
Así que preparaos: os expido el nombramiento
y él parte a Inglaterra con vosotros.
Mi condición no puede tolerar
un peligro tan cercano como el que engendra
de hora en hora su delirio.
GUILDENSTERN
Estaremos aprestados.
Es un desvelo sagrado y piadoso
proteger al sinnúmero de súbditos
que viven y se nutren de Vuestra Majestad.
ROSENCRANTZ
La vida personal está obligada
a preservarse de los da?os con la fuerza
y las armas de la mente; con más razón
un espíritu de cuyo bienestar
dependen tantas vidas. Cuando muere un rey
no muere solo, sino que, cual remolino,
arrastra cuanto le rodea. Es una rueda ingente,
colocada en la cima del monte más alto,
en cuyos radios enormes se entallan diez mil
piezas menudas, de modo tal que, cuando cae,
todo aditamento, todo apéndice acompa?a
a su ruina estrepitosa. Pues jamás
gimio un rey sin lamento general.
REY
Preparaos para la inminente travesía.
Le pondremos cadenas al peligro
que se mueve con tanta libertad.
ROSENCRANTZ y GUILDENSTERN
Nos apresuraremos.
?
Salen. Entra POLONIO.
?
POLONIO
Se?or, se dirige al aposento de su madre.
Yo me esconderé tras los tapices
para oírlo. Seguro que le ri?e a fondo.
Y, como dijisteis, y dijisteis sabiamente[L1],
conviene que alguien más que una madre,
pues ellas son parciales por naturaleza,
escuche la plática a escondidas. Adiós, Majestad.
Antes que os acostéis, pasaré a veros
y contaros lo que sepa.
REY
Gracias, se?or.
?
Sale POLONIO.
?
?Ah, inmundo es mi delito, su hedor llega hasta el cielo!
Lleva la primera y primitiva maldición [L2]
el fratricidio. Rezar no puedo.
Fuertes son inclinación y voluntad,
pero más fuerte es la culpa, y las derrota.
Como un hombre enfrentado a un doble objeto,
dudo por cuál he de empezar
y no emprendo ninguno. ?Y si esta mano maldita
se agrandara con la sangre de un hermano,
no habría lluvia en los cielos piadosos
para dejarla más blanca que la nieve?
?Para qué sirve la gracia si no es para mirar
al pecado cara a cara? ?Y qué hay en la oración
sino el doble poder de impedirnos obrar mal
o perdonarnos si caemos[L3]?. Tendré ánimo.
El da?o está hecho, mas, ?qué suerte de oración
me serviría? ??Perdona mi inmundo asesinato??
Imposible, pues aún gozo de los frutos
por los que cometí el asesinato:
la corona, la reina, mi ambición.
?Nos pueden perdonar sin quitarnos el prove
III.iii Entran el REY, ROSENCRANTZ y GUILDENSTERN.
?
REY
No me gusta su actitud, ni conviene
a mi seguridad dejar tan libre su locura.
Así que preparaos: os expido el nombramiento
y él parte a Inglaterra con vosotros.
Mi condición no puede tolerar
un peligro tan cercano como el que engendra
de hora en hora su delirio.
GUILDENSTERN
Estaremos aprestados.
Es un desvelo sagrado y piadoso
proteger al sinnúmero de súbditos
que viven y se nutren de Vuestra Majestad.
ROSENCRANTZ
La vida personal está obligada
a preservarse de los da?os con la fuerza
y las armas de la mente; con más razón
un espíritu de cuyo bienestar
dependen tantas vidas. Cuando muere un rey
no muere solo, sino que, cual remolino,
arrastra cuanto le rodea. Es una rueda ingente,
colocada en la cima del monte más alto,
en cuyos radios enormes se entallan diez mil
piezas menudas, de modo tal que, cuando cae,
todo aditamento, todo apéndice acompa?a
a su ruina estrepitosa. Pues jamás
gimio un rey sin lamento general.
REY
Preparaos para la inminente travesía.
Le pondremos cadenas al peligro
que se mueve con tanta libertad.
ROSENCRANTZ y GUILDENSTERN
Nos apresuraremos.
?
Salen. Entra POLONIO.
?
POLONIO
Se?or, se dirige al aposento de su madre.
Yo me esconderé tras los tapices
para oírlo. Seguro que le ri?e a fondo.
Y, como dijisteis, y dijisteis sabiamente[L1],
conviene que alguien más que una madre,
pues ellas son parciales por naturaleza,
escuche la plática a escondidas. Adiós, Majestad.
Antes que os acostéis, pasaré a veros
y contaros lo que sepa.
REY
Gracias, se?or.
?
Sale POLONIO.
?
?Ah, inmundo es mi delito, su hedor llega hasta el cielo!
Lleva la primera y primitiva maldición [L2]
el fratricidio. Rezar no puedo.
Fuertes son inclinación y voluntad,
pero más fuerte es la culpa, y las derrota.
Como un hombre enfrentado a un doble objeto,
dudo por cuál he de empezar
y no emprendo ninguno. ?Y si esta mano maldita
se agrandara con la sangre de un hermano,
no habría lluvia en los cielos piadosos
para dejarla más blanca que la nieve?
?Para qué sirve la gracia si no es para mirar
al pecado cara a cara? ?Y qué hay en la oración
sino el doble poder de impedirnos obrar mal
o perdonarnos si caemos[L3]?. Tendré ánimo.
El da?o está hecho, mas, ?qué suerte de oración
me serviría? ??Perdona mi inmundo asesinato??
Imposible, pues aún gozo de los frutos
por los que cometí el asesinato:
la corona, la reina, mi ambición.
?Nos pueden perdonar sin quitarnos el prove