西语童话赏析:Laespinosasendadelhonor3
分类: 西班牙语
时间: 2023-07-30 05:06:54
作者: 全国等级考试资料网
??Ah, libre, incluso de los insoportables dolores del cuerpo!?, oímos suspirar a través de los tiempos. ?Qué cuadro! Griffenfeld, un Prometeo danés, encadenado a la rocosa Isla de Munkholm.
Nos hallamos en América, al borde de un caudaloso río; se ha congregado una muchedumbre, un barco va a zarpar contra viento y marea, desafiando los elementos. Roberto Fulton se llama el hombre que se cree capaz de esta haza?a. El barco inicia el viaje; de pronto se queda parado, y la multitud ríe, silba y grita; su propio padre silba también: -?Orgullo, locura! ?Has encontrado tu merecido! ?Qué encierren a esta cabeza loca!-. Entonces se rompe un diminuto clavo que por unos momentos había frenado la máquina, las ruedas giran, las palas vencen la resistencia del agua, el buque arranca... La lanzadera del vapor reduce las horas a minutos entre las tierras del mundo.
Humanidad, ?comprendes cuán sublime fue este despertar de la conciencia, esta revelación al alma de su misión, este instante en que todas las heridas del espinoso sendero del honor -incluso las causadas por propia culpa- se disuelven en cicatrización, en salud, fuerza y claridad, la disonancia se transforma en armonía, los hombres ven la manifestación de la gracia de Dios, concedida a un elegido y por él transmitida a todos?
Así la espinosa senda del honor aparece como una aureola que nimba la Tierra. ?Feliz el que aquí abajo ha sido designado para emprenderla, incorporado graciosamente a los constructores del puente que une a los hombres con Dios!
Sostenido por sus alas poderosas, vuela el espíritu de la Historia a través de los tiempos mostrando -para estímulo y consuelo, para despertar una piedad que invita a la meditación-, sobre un fondo oscuro, en cuadros luminosos, el sendero del honor, sembrado de abrojos, que no termina, como en la leyenda, en esplendor y gozo aquí en la Tierra, sino más allá de ella, en el tiempo y en la eternidad
Nos hallamos en América, al borde de un caudaloso río; se ha congregado una muchedumbre, un barco va a zarpar contra viento y marea, desafiando los elementos. Roberto Fulton se llama el hombre que se cree capaz de esta haza?a. El barco inicia el viaje; de pronto se queda parado, y la multitud ríe, silba y grita; su propio padre silba también: -?Orgullo, locura! ?Has encontrado tu merecido! ?Qué encierren a esta cabeza loca!-. Entonces se rompe un diminuto clavo que por unos momentos había frenado la máquina, las ruedas giran, las palas vencen la resistencia del agua, el buque arranca... La lanzadera del vapor reduce las horas a minutos entre las tierras del mundo.
Humanidad, ?comprendes cuán sublime fue este despertar de la conciencia, esta revelación al alma de su misión, este instante en que todas las heridas del espinoso sendero del honor -incluso las causadas por propia culpa- se disuelven en cicatrización, en salud, fuerza y claridad, la disonancia se transforma en armonía, los hombres ven la manifestación de la gracia de Dios, concedida a un elegido y por él transmitida a todos?
Así la espinosa senda del honor aparece como una aureola que nimba la Tierra. ?Feliz el que aquí abajo ha sido designado para emprenderla, incorporado graciosamente a los constructores del puente que une a los hombres con Dios!
Sostenido por sus alas poderosas, vuela el espíritu de la Historia a través de los tiempos mostrando -para estímulo y consuelo, para despertar una piedad que invita a la meditación-, sobre un fondo oscuro, en cuadros luminosos, el sendero del honor, sembrado de abrojos, que no termina, como en la leyenda, en esplendor y gozo aquí en la Tierra, sino más allá de ella, en el tiempo y en la eternidad