西语阅读素材:《一千零一夜》连载八
分类: 西班牙语
时间: 2022-09-28 20:48:55
作者: 全国等级考试资料网
Entonces el califa sintió que su corazón se llenaba de lástima y que el pecho se le oprimía de tristeza, y gui?ó el ojo al visir Giafar para que interrogase sobre aquello a la joven, pero el visir le respondió por se?as que lo mejor era callarse.
En seguida la mayor de las donce-llas se dirigió a sus hermanas, y les dijo: “Hagamos lo que es nuestra costumbre.” Y las otras contestaron: “Obedecemos.” Y entonces se subió al lecho, chapeado de plata y de oro, y dijo a las otras dos: “Veamos ahora lo que sabéis.” Y la más peque-?a se subió al lecho, mientras que la otra se marchó a sus habitaciones y volvió trayendo una bolsa de raso con flecos de seda verde; se detuvo delante de las jóvenes, abrió la bolsa y extrajo de ella un laúd. Después se lo entregó a su hermana peque?a, que lo templó, y se puso a ta?erlo, cantando estas estrofas con una vez sollozante y conmovida:
?Por piedad! ?Devolved a mis pár-pados el sue?o que de ellos ha huido! ?Decidme dónde ha ido a parar mi razón!
?Cuando permití que el amor pene-trase en mi morada, se enojó conmigo, el ce?o y me abandonó?
Y me preguntaban: “?Qué has hecho: para verte así, tú que eres de los que recorren el camino recto y seguro? ?Dinos quién te ha extraviado de ese modo!”
Y les dije; “?No seré yo, sino ella, quiera os responda! ?Yo sólo puedo deciros que mi sangre, toda mi sangre, le pertenece! ?Y siempre he de preferir veterla por ella a conservarla torpe-mente en mí!
“?He elegido una mujer para poner en ella mis pensamientos, mis pensa-mientos que reflejan su imagen! ?Si expulsara esa imagen, se consumirían mis entra?as con un fuego devorador!
“?Si la vierais, me disculparíais! ?Por-que el mismo Alah cinceló esa joya con el licor de la vida; y con lo que quedó de ese licor fabricó la granada y las perlas!”
Y me dicen: “?Pero encuentras en el objeto amado otra cosa que lágri-mas, pe?as y escasos placeres?
?No sabes que al mirarte en el agua límpida sólo verás tu sombra? ?bebes de un manantial cuya agua sacia antes de ser saboreada!”
Y yo contesto: “?No creáis que bebiendo se ha apoderado de mí la embriaguez, sino sólo mirando! ?No fue preciso más; esto bastó para qué el sue?o huyera por siempre de mis ojos!
“?Y no son las cosas pasadas las que me consumen, sino solamente el pasado de ella! ?No son las cosas amadas de que me separé las que me han puesto en este estado, sino sola-mente la separación de ella!
“?Podría volver mis miradas hacia otra, cuando toda mi alma está unida a su cuerpo perfumado a sus aromas de ámbar y almizcle?”
Cuando acaba de cantar, su her-mana le dijo: “?Ojalá te consuele Alah, hermana mía!” Pero tal aflic-ción se apoderó de la joven portera, que se desgarró las vestiduras y cayó desmayada en el suelo.
Pero al caer, como una parte de su cuerpo quedó descubierta, el califa vio en él huellas de latigazos y vára-zos, y se asombró hasta el límite del asombro. La proveedora roció la cara de su hermana, y luego que recobró el sentido, le trajo un vestido nuevo y se lo puso.
Entonces el califa dijo a Giafar: ?No te conmueven estas cosas? ?No has visto se?ales de golpes en el cuerpo de esa mujer? Yo no puedo callarme, y no descansaré hasta des-cubrir la verdad de todo esto, y sobre todo, esa aventura de las dos perras.” Y el visir contestó: “?Oh mi se?or, corona de mi cabeza! recuerda la condición que nos impusieron: No hables de lo que no te importe, si no quieres oír cosas que no te gusten.”
Y mientras tanto, la proveedora se levantó, cogió el laúd; lo apoyó en su redonda seno, y se puso a cantar:
?Qué responderíamos si vinieran a darnos quejas de amor? ?Qué haríamos si el amor nos da?ara?
?Si confiáramos a un intérprete que respondiese en nuestro nombre, este intérprete no sabría traducir todas las quejas de un corazón enamorado!
?Y si sufrimos con paciencia y era silencio en ausencia del amado, pronto nos pondrá el dolor a las puertas de la muerte!
?Oh dolor!` ?Para npsotros sólo hay penas y duelo: las lágrimas resbalan por las mejillas!
En seguida la mayor de las donce-llas se dirigió a sus hermanas, y les dijo: “Hagamos lo que es nuestra costumbre.” Y las otras contestaron: “Obedecemos.” Y entonces se subió al lecho, chapeado de plata y de oro, y dijo a las otras dos: “Veamos ahora lo que sabéis.” Y la más peque-?a se subió al lecho, mientras que la otra se marchó a sus habitaciones y volvió trayendo una bolsa de raso con flecos de seda verde; se detuvo delante de las jóvenes, abrió la bolsa y extrajo de ella un laúd. Después se lo entregó a su hermana peque?a, que lo templó, y se puso a ta?erlo, cantando estas estrofas con una vez sollozante y conmovida:
?Por piedad! ?Devolved a mis pár-pados el sue?o que de ellos ha huido! ?Decidme dónde ha ido a parar mi razón!
?Cuando permití que el amor pene-trase en mi morada, se enojó conmigo, el ce?o y me abandonó?
Y me preguntaban: “?Qué has hecho: para verte así, tú que eres de los que recorren el camino recto y seguro? ?Dinos quién te ha extraviado de ese modo!”
Y les dije; “?No seré yo, sino ella, quiera os responda! ?Yo sólo puedo deciros que mi sangre, toda mi sangre, le pertenece! ?Y siempre he de preferir veterla por ella a conservarla torpe-mente en mí!
“?He elegido una mujer para poner en ella mis pensamientos, mis pensa-mientos que reflejan su imagen! ?Si expulsara esa imagen, se consumirían mis entra?as con un fuego devorador!
“?Si la vierais, me disculparíais! ?Por-que el mismo Alah cinceló esa joya con el licor de la vida; y con lo que quedó de ese licor fabricó la granada y las perlas!”
Y me dicen: “?Pero encuentras en el objeto amado otra cosa que lágri-mas, pe?as y escasos placeres?
?No sabes que al mirarte en el agua límpida sólo verás tu sombra? ?bebes de un manantial cuya agua sacia antes de ser saboreada!”
Y yo contesto: “?No creáis que bebiendo se ha apoderado de mí la embriaguez, sino sólo mirando! ?No fue preciso más; esto bastó para qué el sue?o huyera por siempre de mis ojos!
“?Y no son las cosas pasadas las que me consumen, sino solamente el pasado de ella! ?No son las cosas amadas de que me separé las que me han puesto en este estado, sino sola-mente la separación de ella!
“?Podría volver mis miradas hacia otra, cuando toda mi alma está unida a su cuerpo perfumado a sus aromas de ámbar y almizcle?”
Cuando acaba de cantar, su her-mana le dijo: “?Ojalá te consuele Alah, hermana mía!” Pero tal aflic-ción se apoderó de la joven portera, que se desgarró las vestiduras y cayó desmayada en el suelo.
Pero al caer, como una parte de su cuerpo quedó descubierta, el califa vio en él huellas de latigazos y vára-zos, y se asombró hasta el límite del asombro. La proveedora roció la cara de su hermana, y luego que recobró el sentido, le trajo un vestido nuevo y se lo puso.
Entonces el califa dijo a Giafar: ?No te conmueven estas cosas? ?No has visto se?ales de golpes en el cuerpo de esa mujer? Yo no puedo callarme, y no descansaré hasta des-cubrir la verdad de todo esto, y sobre todo, esa aventura de las dos perras.” Y el visir contestó: “?Oh mi se?or, corona de mi cabeza! recuerda la condición que nos impusieron: No hables de lo que no te importe, si no quieres oír cosas que no te gusten.”
Y mientras tanto, la proveedora se levantó, cogió el laúd; lo apoyó en su redonda seno, y se puso a cantar:
?Qué responderíamos si vinieran a darnos quejas de amor? ?Qué haríamos si el amor nos da?ara?
?Si confiáramos a un intérprete que respondiese en nuestro nombre, este intérprete no sabría traducir todas las quejas de un corazón enamorado!
?Y si sufrimos con paciencia y era silencio en ausencia del amado, pronto nos pondrá el dolor a las puertas de la muerte!
?Oh dolor!` ?Para npsotros sólo hay penas y duelo: las lágrimas resbalan por las mejillas!