?No hay duda de que me trasplantarán al jardín -se decía el cardo-. Tal vez me pongan en una maceta, bien apretadita. Eso sí que sería un gran honor?.Y la planta lo deseaba con tanto afán, que e
Y el joven tuvo que saltar nuevamente la valla y cortar el cáliz de la flor del cardo. éste le pinchó el dedo, enfadado porque lo había llamado ?espectro?. Y la flor entró en el jardín, y luego
llegar. Nos quería mucho a todos, aunque no parecía estar muy de acuerdo con nuestra época.-?Los viejos tiempos eran los buenos! -decía-; sensatos y sólidos. Hoy todo va al galope, todo está rev
Y entonces el bisabuelo se salía de sus casillas. No podía ponerse de acuerdo con Federico, pero tampoco podían separarse, de igual manera que la época vieja y la nueva. Bien se dieron cuenta ello
Hace de esto más de cien a?os.Detrás del bosque, a orillas de un gran lago, se levantaba un viejo palacio, rodeado por un profundo foso en el que crecían ca?averales, juncales y carrizos. Junto al
No habían transcurrido aún seis a?os, cuando el noble hubo de abandonar su propiedad convertido en pordiosero, sin más haber que un saco y un bastón. La compró un rico buhonero, el mismo que un d
Reinaba allí un gran orden, y todo estaba en relación con lo demás. ?Cada cosa en su sitio?, decían los due?os, y por eso los cuadros que anta?o habrían adornado las paredes de la vieja casa, col
Había recepción en el palacio. Asistían muchos invitados de los alrededores y de la capital, y damas vestidas con mayor o menor gusto. El gran salón pululaba de visitantes. Reunidos en un grupo se
Mi padre me dejó en herencia el mejor bien que se pueda imaginar: el buen humor. Y, ?quién era mi padre? Claro que nada tiene esto que ver con el humor. Era vivaracho y corpulento, gordo y rechoncho
Ya estamos en el cementerio.Detrás de una reja pintada de blanco, donde anta?o crecía un rosal -hoy no está, pero unos tallos de siempreviva de la sepultura contigua han extendido hasta aquí sus d